Los Thate son los Dalton de Bilbao. Pero en su caso, todos los hermanos son listos y honrados. Y, sobre todo, trabajadores. Hermann, Enrique, Karmentxu y Alfredo son hijos y nietos de maestros charcuteros. Llevan la parte alemana del mapamundi del Botxo. La Democrática y la Federal, que nunca hubo en su negocio muros ni fronteras. Producto vasco, estilo germano. Y a veces, viceversa. Que lo suyo es la fusión y, sobre todo, la unión. Cómo será su arte, que su pastel de carne en las ferias germanas ya es mito. “Ingeniería alemana, con ingenio vasco” responden ellos cuando les preguntan por su fórmula. Que no es cosa de contarla. Los Thate han logrado, incluso, rizar el rizo y bilbainizar el codillo. Como si la Ocktober Fest fuera fiesta de txapela, txistu y tamboril. Y eso, solo lo hacen los que tienen título de embajadores de ida y vuelta. Solo por este asunto, merecerían estatua ecuestre. Pero aun hay más. Según los tres hermanos, la salchicha de un Thate siempre es la más deseada. Por tamaño y materia. Y por los placeres que ofrece. La hermana sonríe al oírlo y nunca dice nada. Porque sabe que el negocio con humor, se lleva mucho mejor.
Jon Uriarte y Tomás Ondarra
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