Con gran vuelo y mejor caída. Así es la txapela de Bilbao. Que la boina es muy digna, pero cuando es txapela ilumina. Que se lo digan a Baroja. O a Unamuno. Como decía este último, “Es prenda honrada que nivela”. Puede llevarla el joven y el anciano. El obrero y el señorito. Pero cuidado, que toda boina es txapela, pero no toda txapela es boina. Así lo apuntó Resurrección María de Azkue atinado y en su día. Recordándonos oportuno, que el vocablo siempre significó “sombrero”. Por eso no es erróneo que, en una sombrerería, la reina sea la txapela, en versión boina bilbaina. Pocas prendas han logrado vestir a tantas cabezas. También hacen gorras y sombreros, quede claro, en el histórico local. Son para damas y caballeros, que quieran llevar testa a cubierto. O para artistas con noches de gala y para obreros de pico y pala. Muy elegantes, por cierto. Doy fe. Pero Carpentier, siendo francés, luce en el escaparate txapela botxera. Porque sabe el botxeador, que tan malo es llevarla a rosca como no llevarla. Lo suyo es buscar el perfecto equilibrio. Por eso, en Bilbao, la llevamos medio “lau”.
Tomás Ondarra y Jon Uriarte
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