CHOCOLATE CHOBIL
DOBLE X
Cuando los Aztecas cultivaban el cacao, ya pensaban en Bilbao. No vendrá en los libros, pero hay cosas que se saben desde siempre. En aquella América, sin visitas de conquistadores ni presuntos descubridores, creaban un preparado líquido, llámenlo X, que poco o nada tenía que ver con lo que hoy llamamos chocolate. Hernán Cortés y compañía, incluyeron el cacao entre su cargamento. Y por Inglaterra y Francia, lo popularizaron después como alimento. Pero tuvieron que llegar unos bilbainos y otras tantas bilbainas, para ponerle otra X. Y, de esa forma, darle valor de pecado. Pero pecado mortal. De esos, para los que no hay perdón, ni penitencia. Cómo sería la cosa, que la chavalería peregrinaba a Tívoli para pillar vicio. Aunque fuera un pedacito. Una modesta esquirla del molde. Esa que se desprende cuando lo abandonaba la tableta. Siempre furtivos. Sobre todo, allá por los 40. Cuando sobrevivir ya era dulce regalo. De ahí la advertencia en la tableta. Dos X, como dos rombos, sobre fondo rojo. Para advertir que la cosa, llevaba pecado. Y ya se sabe que, la vida sin pecado no es vida. DOBLE X
Jon Uriarte y Tomás Ondarra
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